Confieso
que cada vez me es más difícil sostener que no me gustan mucho los dulces. Os
he traído mis reflexiones sobre el fail
de los cronuts, he hablado de los eclairs como el new in para las fahionistas…esto no es una gran coherencia que
digamos. Los bollos tienen un je ne sais
quoi que me atrapa y dada la proximidad de Reyes, no hay otra que hablar
del rosco y sus versiones.
Roscón muy nude de Moulin Chocolat
Digo
las versiones porque quienes me conocen saben lo mucho que me gusta darle la
vuelta en eso de la comida y dulces para caer rendida bajo el encanto de lo
nuevo (o no tan nuevo, pero poco popular). Y el roscón tiene un interesante
contrincante: la galette des rois, un reversionado francés que puede
perfectamente hacer el honor del dulce tan típico navideño (y que confieso que sí,
este bollo me gusta).
Los Tres Galletes des Roi que vienen de Francia. Foto de Cuinaperllaminers
Lo del reversionado viene porque en realidad la similitud se encuentra en el nombre, más que en sus ingredientes. La galette está hecha de hojaldre y lleva un relleno de crema de almendras (frangipane). Además se sirve templado. Yo el que he probado es de Moulin Chocolat, pero también venden galettes des rois en pastelería Charlotte en Madrid o en La Tatin de Cyril (Barrio Hortaleza, Malagón 3).
El Rey del exceso: Roscón muy rococó de Mama Framboise
Por si no queréis experimentar con el invento galo, Gastroactitud ha hecho una
estupenda guía de los mejores roscones de Madrid:
con grandes pastelerías rosconeras.
Felices
Reyes!
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