domingo, 22 de junio de 2014

Perpetuum mobile (4): Looking for a perfect vermuteo

Hay una cosa sagrada los domingos- día que como la inmensa mayoría aborrezco- el vermuteo. Santa costumbre española que si viene con grifeo y aceituna de por medio, mejor que mejor. Madrid es una ciudad rica y generosa a la hora del vermut y desde hace pocos días tiene un pequeño templo más en la Platea, ese espacio que creía que nunca se iba a inaugurar pero que por fin cumpliendo con las expectativas veraniegas ha abierto.
 
 

 
De Platea de momento poco puedo decir porque fui derecha al vermuteo que tiene una de sus varias barras, la cabra tira al monte y a mí me gusta el vermuteo como pocas cosas más en la vida. De hecho ‘La hora del vermut’ – que es como se llama la barra en cuestión- es de las innovaciones que he visto en el concepto de los mercados que empiezan a inundar Madrid (y que siga así que poco a poco Madrid acuña su particular streetfood) que más me gustan.
 
versión clásica versus versión tuneada con melocotón y canela
 
 
Lo primero por su verticalidad: dedicación plena al vermut y una rica carta que va desde el vermut del grifo, vermut reserva, vermut con angostura, vermut Izaguirre, vermut de Reus además de moderneces tan curiosas como la sangría con cava. Lo segundo porque ubicar una barra de vermut en un espacio gastronómico moderno le posiciona en el mapa cool y le devuelve su brío merecido, además acompañado de chiqui tapas muy vermutianas que reversionan la aceituna aka la media naranja de cualquier vermut que se precie.
 

 
‘La hora del vermut’ tiene su primera sucursal en el Mercado de San Miguel, pero con tanto turista de por medio nunca había llegado a vislumbrarlo. El de Platea me ha gustado y me ha recordado lo mucho que me gusta el vermuteo. Ya que en breve voy a poder retomar el blog en condiciones, queda pendiente una segunda entrega líquida dedicada al vermuteo, la del Madrid castizo, que hay mucha joya para vermutear por la ciudad.

domingo, 8 de junio de 2014

*** June Confidential ***

Tenía ganas de que llegara junio. El mes de fisgoneo y los primeros placeres del verano. El mes con muchos y variopintos planes urbanitas. Mis favoritos, los cuatro fantásticos que vienen a continuación. Cada uno de ellos terminado con un blanco bien rico, que ya es tiempo de albariños y finas burbujas champaneras, como los de la bodega Paco y Lola que mezclan el vino con lunares. Uno de los últimos que he probado, Lola by Paco y Lola, un cava fresquito y burbujeante. Muy cool para este junio de sol y cielos azules.
 
Maridaje de junio: las burbujas de Lola by Paco y Lola y las conservas Frinsa
 
La feria del libro: es un clásico de junio, creo que siempre coincide con la primera ola del calor. El tándem Retiro y libros es todo un acierto, buena combinación y buenos propósitos los de caminar y leer (o leer y caminar, el orden de factores no altera el producto). Los fines de semana se llena así que yo siempre intento ir de lunes a viernes. Genial paseo con alguna que otra adquisición para estanterías de casa. Una casa siempre necesita libros tal como una mente necesita leer. He dicho.
El encanto de las librerías. Home Soul.
 
Los mitos del pop: Mola que Thyssen además de traernos en pocos meses la expo de Valentino, traiga también una expo de los mitos del pop que promete mucho. Es una de las expos que más ilusión me hacen, de hecho. Banalidad y superficialidad en forma de ya iconos visuales. A partir del 10 de junio, es decir casi ya mismito.
Pop
PhotoEspaña: otro plan del corte de ‘inteligencia urbana’ y otro clásico madrileño de junio. Este año las miradas de PhotoEspaña son más sociales y con mayor denuncia. Una de las iniciativas que me ha gustado mucho es el concurso dedicado a las visiones de Madrid, la ciudad que siempre está viva. Me gusta este statement con tintes neoyorquinos de la ciudad que nunca duerme, pero seguramente cierto. Porque Madrid está muy viva en junio gracias a estas muestras urbanas. Madrid24h.  
Foto de Chema Conesa/ Retratos de papel
Madrid en junio es para disfrutarlo a pequeños sorbos. Enjoy June.

viernes, 6 de junio de 2014

*** La moda o el modo ***

Junio promete. Acaba de empezar y ya se ha configurado como mi mes favorito del año. After the rain comes the rainbow, dice un sabio dicho (que por cierto me trae buenos recuerdos por culpa de su autoría, Marie, va por ti, fin inciso). A falta de June Confidential, que llegará pronto cual segunda entrega de los confidential estranados en mayo (aquí), buenas son tortas. Y hoy la torta viene especial. esta noche se entregaron los Premios Nacionales de la Moda. Un acto solemne, primera edición salpimentada por la presencia de futuros Reyes y casi primerísimo reconocimiento oficial al sector de la moda como uno de los motores de la economía de este país. Lo segundo más relevante que lo primero, que ya está bien de la ecuación moda igual a diseñadores y trapitos.
 

 
La moda tiene algo que atrapa, enamora y engatusa. No cabe duda. Pero también tiene una dimensión añadida, es parte de la identidad de una cultura, un país y un continente. Arte y negocio unidos de la mano, branding versus eficacia comercial, imagen versus negocio. En los premios entregados la noche del viernes ha habido uno que me ha hecho especial ilusión, el concedido a Pilar Riaño y por ende Modaes.es, uno de los proyectos más sólidamente periodísticos que intentan poner la moda en su sitio, quitarle el halo frívolo de falda por aquí, falda por allá y dotarla de algo más. Bendito contenido y bendito el modo por encima de la moda.
 
Hacía falta un proyecto como este. Proyecto que tuve la suerte de ver crecer desde mis inicios de la tímida aventura de fashion insider. Si quieren saber de moda, lean Modaes.es. Enhorabuena por este premio, uno de los más auténticos y merecidos de los premios nacionales de la moda. Business & Fashion, talento y tenacidad. Poco más que añadir. Lean moda, es más interesante a veces que llevarla.
 

domingo, 1 de junio de 2014

*** Scrapbooking ***

Cuando era pequeña todo 1 de junio era un día feliz. En algunas partes, incluido mi home sweet home, es el día del niño. Evidentemente no en España, es lo que pasa con los días universales que hacen poco o ningún alarde del adjetivo atribuido y son más locales que otra cosa con el correspondiente lío.
 
 
En todo caso, hoy me toca recortar y recordar y no se me ocurre mejor forma de hacerlo que con un scrapbooking. Es lo que tiene juntar 1 de junio con una fugaz visita a Tiger, ese maravilloso saca-cuartos y feria de las vanidades donde no encuentras a por lo que ibas y sales con un montón de genialidades inútiles.

Visitas fugaces pero felices a Tiger, el templo de las vanidades

Hace algunos años el scrapbooking era como hoy el running. Talleres, cursos y casi universidades. Abundancia del término propia de cuando algo se pone de moda. Al margen de tendencia o no tendencia, el scrapbooking me encanta. Es como el arte de pequeños placeres. Una terapia de recordar recortando. Sin móvil de por medio, a solas con el papel, manos y un poco de uno mismo. No se me ocurre mejor forma de inaugurar este junio que con un scrapbooking: unas tijeras, un cuaderno y mil recortes por hacer.
The art of life is little pleasures. Feliz junio.
 
 
 
Foto de Flickr