Ando
a vueltas con las vueltas. En un abrir y cerrar de ojos se ha pasado noviembre,
quienes me conozcan saben que es un decir porque hacer una mudanza exige
silencio digital. Y es lo que me tocó en aquel sweet november: mudar de casa que es como mudar de vida. Pero
vuelvo, vuelvo como el turrón o más bien
como una pop up store navideña que es el planazo absoluto de este diciembre
frío-pelón. Porque este es el secreto peor guardado del mes, una retahíla de
deliciosos espacios milagro repletos de magia, cositas bonitas, sueños y hasta
vermuses. Poco más que añadir.
Aquí
la ruta pop-up-store-ra a lo road to
perdition madrileño:
The hovse: lo querrás todo, incluida la casa con sus 4 pisos y su terraza secreta. Para
mí de lo mejorcito, un espacio lleno de puestos y productos cuidados que van
desde las cachonderías de oneighbours, delicadas joyas de ouibyou, velas,
tazas, kits de picnics, vajillas de porcelana pintada hasta una selección
gourmet de lo más interesante y un total acierto en forma de vermutería y un
par de puestos para foodies. Es una creación de la agencia Better. Un aplauso
por acertar con el concepto, el lugar, la selección y la distribución. Según
vas avanzando juega con todos tus sentidos. El último en tocar: el gusto del
vermú. Imprescindible para terminar el tour. General Arrando, 40.
Kenay Home: A esta pop up le tengo especiales ganas. Kenay tiene un showroom
permanente, pero en Valencia. Es una explosión de decoración nórdica. Si eres
más de la revista AD que El Mueble lo amarás todo. Cabeceros, sillas, cojines,
detalles decorativos… un enamoramiento en tonos grises y blancos fríos. Calle Velarde 14.
Meaning:
Un mercadillo con marcas de diseño nacionales e internacionales y un fin
solidario muy bonito porque destinará el 10% de las ventas a apoyar proyectos
que ayudan en darle cauce a la creatividad y talento de mujeres sin recursos.
Con diseño muy british y un espacio de gin-tonic, una forma más de disfrutar de
los paseos por un Madrid navideño. Palacio de Santa Bárbara.
Mercadillo
de Plaza Mayor: si, no es nada hipster, pero es de toda la vida y con eso es
suficiente para volver todos los años. Como el turrón Suchard, como el árbol de
navidad, como los puestos de belenes, como unas tajadas de bacalao en la plaza
de la Puerta Cerrada y un vermú de grifo de los sin tonterías ni modernidades.
Es Madrid en su puro estado castizo y por mucho que nos guste el Madrid mutante a hipster, no queremos que pierda esa faceta, verdad?
The table by: Y como no de solo comprar vive el hombre, aquí una auténtica pop up
para el paladar. Un restaurante fugaz que muta de cocinero y carta, acogiendo a
los grandes nombres de la cocina que replican sus restaurantes en este pop up
tan colectivo y precioso en su concepto. Este diciembre toca la segunda
mutación con the table by cenador de Amós y Jesús Sanchez al frente. 2 menús,
una carta única, un espacio abrazado por originalidad. Un diez de concepto. Y
eso que hablo sin haber ido aún. Aunque con reserva, que esto no me lo pierdo.