viernes, 10 de octubre de 2014

*** Tea time #littlepleasures ***

Con esto del galopante otoño vuelve el tiempo del té. Me refiero al tándem té calentito y sofá porque el té en realidad me acompaña siempre. No es que le haga ascos al té en bolsitas pero siempre un té en hoja me parece mucho mejor. Kusmi tea del que suelo surtirme en las fugaces visitas parisinas es un must pero tengo la mente abierta, eso siempre por delante.

La elegancia del té. Taza de Zara Home
 
La via del te es uno de los descubrimientos de la apertura mental tetera. Una cuidada marca italiana de tés con una historia que enriquece todavía más el rico sabor. Ahí es poco. Fundada en los años 60 por un florentino empeñado por extender la cultura del té, la marca es hoy  - al menos en Italia- un icono del ritual del té. De hecho el nombre lo toma prestado de la manera japonesa de describirlo: chado o lo que es lo mismo, el camino del té, la via del te en italiano.
Tándem: té y un dulce
 
 
Hasta aquí bien, las ganas de probarlo in crescendo. Hasta llegar a saber que tiene 300 variedades, cada cual más original y auténtica, desde roiboos que para mí se ha convertido en un gran clásico, jazmín, darjeeling, blanco, verde, blend, earl grey. Los nombres de los tés son otra historia, muchos de ellos juegan a la dolce vita y toman prestadas las grandes referencias italianas. La via tiene además un bonito salón de té en el Four Seasons de Florencia, nada más que un adicional reconocimiento a la calidad.

 
Ahora, no es que sea difícil de encontrar en España, sino lo siguiente. La escasa cultura del té que tenemos por aquí debe de ser una de las culpables, aunque esto poco a poco va cambiando gracias a sitios como Vailima, mi salón de té más favorito. Aún así, joyas como La Via del Te aparecen de vez en cuando en Internet (vente-privee.com), palabra de tea-lover.

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