domingo, 21 de septiembre de 2014

*** La frívola (o no) necesidad del rojo***

Hace unos días hablaba de la frivolidad del apego al rojo. El de las uñas -que aunque no parezca tienen su aquel-. Una sabia amiga me corregía y cambiaba frivolidad por necesidad. Tengo que decir que tiene más razón que un santo porque pocas cosas tan pequeñas sientan taaan bien y pocas crean un apego más inmediato. 20 minutos de media y un buen rojo o un cálido color vino, dos simples ingredientes para estar frívolamente un poquito más feliz.
 
Red nails & Ginger tea. Dos pasiones confesables.

 
¿Dónde? Aunque hay muchos sitios en Madrid, lo mejor es colarse en Nails Corners pequeñitos y con encanto. Es el caso de Coco´s Corner, un rinconcito recién estrenado en la calle Recoletos 14, donde además de pintarte de bien las uñas, servirte un té orgánico de jengibre con un toque de limón, charlar sobre todo y nada con placer que dan estas conversaciones, hay una carta completa de tratamientos de pestañas.
Detalles
Estanterías de color

El mostrador hecho de cajas de vino. Di-vi-no
 
Nails & Lashes, pero además para mí – que atravieso un particular enganche a la decoración en estos instantes- un templo de pequeñas ideas de decoración. Un tic en la agenda de las frivolidades necesarias. Una de las grandes ventajas es que no cierra a la hora de la comida, está abierto los sábados y tiene unos buenos precios. Volveré a por más rojo y a por estas pestañas que este otoño que nos acaba de sorprender se merece una mirada con un poco de ‘drama queen’.

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