Con
las temperaturas a la baja (otoño ya está aquí) el sabroso exhibicionismo veraniego está en serio
peligro. Toca taparse y reinventar los puntos de atención visual. El otro día fui
con una amiga a un sitio donde la felicidad empieza por las manos: My Little Momó
(Lagasca 3). Creo que las manos pueden convertirse perfectamente en las reinas
del exhibicionismo del Fall/Winter 2013.
Lo
mejor de My Little Momó está en su premisa: we don´t remember days, we remember
moments. El sitio es precisamente eso: un momento que pasar, difrutar y
recordar (si es acompañada mejor porque el lugar está preparado para algo más
que uñas y manos bonitas: una barra de manicura, cookies & nubes, té y
cócteles que piden charleta en paralelo.
La
carta de los esmaltes es una maravilla: filas de Chanel, Opi y Essie puestos en
una estantería que irremediablemente querrás llevarte a casa.
La
decoración de My Little Momó relaja al infinito y la música es otro detalle
cuidado al máximo.
Muy
recomendable para una girls session seguida
de unos vinos, cenita y 10 horas de sueño. Yo me sentí como nueva con mis uñas
rojo dragon (by Chanel) y el respectivo plan posterior. Habrá que volver a por unos tonos más otoñales porque tienen todo un pantone de borgoñas, burdeos y púrpuras casi negros que el Vogue aclama como el nuevo rojo (aquí).
Qué buena pinta! Muchas gracias por enseñarme un sitio estupendo para probar. Me apetece mucho.
ResponderEliminarSaluditos
Si vas un dia, avísame, que yo me apunto de nuevo encantada. Muy agradable y a mi la manicura me dura dos semanas que es todo un reto :-)
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