Vaya por delante que el único
pantone al que he sucumbido – piel de gallina incluido- es el de Angelica Dass
y su precioso proyecto Humanae del que ya hablé aquí. Aún así, hay otro
pantone, el que todos los años por estas fechas revela el código de color que
supuestamente ha de regir los cánones de los colores de la temporada. Es del
que toca hablar hoy porque siempre me ha conquistado esta capacidad a lo bola
de cristal de vaticinar cuál va a ser el color que triunfe en los meses
venideros.
El Pantone Institute, organismo
que desde el año 2000 (¿cómo elegíamos el pantone del año en el siglo XX?) nos
instruye sobre la expresión cromática del (lo que sigue me encanta por su
profundo postureo intelectual) global zeitgeist, entendido como espíritu del tiempo, ha aclamado el radiant orchid como el tono que va a marcar el año que viene. Como reza el propio
Pantone Institute no es necesariamente el color de moda que predomine en el
año, es simplemente la expresión del mood que se detecta en las industrias que
influyen en las tendencias globales. Algo como el espíritu del año expresado en
código simbólico del color. Hasta aquí bien, prudencia como máxima a la hora de
proclamar tendencias.
Leyendo sobre el radiant orchid y
la fórmula de llegar a él como el pantone del año, confieso que me he quedado
prendada. Creo en la teoría del color como forma de expresión, el color porta
un significado y ánimo más allá del pantone. (De hecho recomiendo mucho la
consultoría del color que viene muy bien para descubrir los colores que nos van
a cada uno -por ejemplo los que realiza Mandhala y Estefanía con dos tacones-cierro
paréntesis).
La familia purple (ojo, que no es
púrpura, sino morado) es la familia de innovación. El tono de la orquídea aporta exotismo, magia y creatividad
al asunto; es una de las plantas más delicadas (quien haya tenido una lo
entiende a la perfección). Radiant: aquí lo tengo muy fácil, el adjetivo
radiante transmite muchas cosas positivas.
Como dice Pantone Institute: no
hay certeza de que el color predomine en 2014, pero predominará su mood: la
creatividad, el brillo con brío y la innovación. Yo por si acaso me he hecho
con este abrigo de Asos que declina el radiant orchid con suavidad. A ver si lo
de la creatividad, innovación y brillo se me pega. He dicho.
Por cierto, parece que las luces navideñas de Madrid van en consonancia con el pantone del año, no?
Por cierto 2: el radiant orchid ya tiene a sus detractores, a los que seais duchos en leer en inglés os recomiendo este artículo del Guardian.
yo me apunto al radiant orchid, me gusta el color así que espero que prospere el vaticinio¡
ResponderEliminarEl color es muy bonito, a mi me gusta mucho también:-)
Eliminar